En estos tiempos, pertenecer a los cuerpos de seguridad en Durango, Chihuahua, Sinaloa, Guerrero, Michoacán, Nuevo León, Estado de México, Jalisco y Baja California Sur, se ha convertido en una actividad de riesgo, pues hasta la vida se puede ir en ello.
Desde el comienzo de la administración del Presidente de la República, Felipe Calderón, 2 mil 986 policías municipales y estatales han sido asesinados, según cifras de un reporte de la Procuraduría General de la República.
En estos tiempos, pertenecer a los cuerpos de seguridad en Durango, Chihuahua, Sinaloa, Guerrero, Michoacán, Nuevo León, Estado de México, Jalisco y Baja California Sur, se ha convertido en una actividad de riesgo, pues hasta la vida se puede ir en ello.
El documento elaborado por el Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información indica que la cacería de elementos policíacos se incrementó en diciembre del 2006, donde se registraron 12 homicidios; en el año 2007 aumentó considerablemente la cifra, pues se registraron 286 asesinatos; en el 2008, 579; para el 2009 disminuyeron un poco los casos de homicidio contra policías, pues hubo 555; sin embargo, en 2010 volvió a aumentar, hubo 851 y finalmente en el año 2011 volvieron a disminuir, ocurrieron solamente 703.
Según la PGR, sólo en los estados antes mencionados se han cometido los 2 mil 167 homicidios, lo que representa el 72% de las bajas.
De esa cifra de asesinatos, 184 han ocurrido en Durango, y en el reporte también se menciona que en Coahuila 76 agentes de seguridad han sido privados de la vida.
Cabe resaltar que los estados del sureste como Yucatán, solamente registra un policía muerto y en Campeche, cinco respectivamente.
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